En los últimos años el clima nos pone a prueba, y esta campaña no ha sido la excepción. El calor y la escasez de lluvias han hecho que la aceituna formará su aceite un poco más despacio, pero al final los olivos han trabajado duro para sacar adelante una cosecha más abundante que la anterior. Incluso los pedriscos del verano, que dejaron alguna marca en el fruto, han quedado atrás sin mayores consecuencias.

Y como cada año, tras la recolección llega otro instante crucial: el análisis que confirma la calidad del aceite que hemos obtenido. Queremos compartir contigo, de forma clara y sencilla, los resultados de este análisis.

¿Qué analiza un laboratorio en un Aceite de Oliva Virgen Extra?

Para que un aceite pueda considerarse Virgen Extra, debe cumplir parámetros muy estrictos. Estos son los más importantes y lo que significan para tu paladar:

Acidez: 0,14 % (ácido oleico)

• El nivel de acidez está muy por debajo del límite máximo permitido de 0,8 %, lo que indica que el aceite es fresco y de alta calidad.

Índice de Peróxidos: 4,1 meq O2/kg

• Este valor está por debajo del límite de 20 meq O2/kg, lo que refleja una baja oxidación del aceite. Un índice de peróxidos bajo significa que el aceite es fresco y no presenta signos de ranciedad.

Pruebas espectrofotométricas

K270: 0,11
K232: 1,59
ΔK: <0,01

• Todos los valores quedan dentro de los límites, lo que confirma que el aceite no presenta oxidaciones ni alteraciones químicas. Frescura garantizada.

Ésteres etílicos: <10 mg/kg

• El nivel de ésteres etílicos está muy por debajo del límite máximo de 35 mg/kg, lo que indica que las aceitunas estaban en perfecto estado, sin fermentaciones.

Polifenoles (ácido cafeico): 365 mg/kg

• Este valor mide la cantidad de ácido cafeico (un tipo de polifenol) en miligramos por kilogramo de aceite de oliva. Los polifenoles son antioxidantes naturales responsables del picor, amargor y del valor saludable del AOVE. Este año, su contenido ha sido excepcionalmente alto para nuestras variedades, gracias al verano cálido y a una cuidadosa gestión hídrica.

El aceite ha sido analizado para detectar metales pesados como hierro, cobre, plomo y arsénico. Todos los valores están muy por debajo de los límites permitidos, lo que confirma la pureza y seguridad del producto.

Perfil organoléptico

Nuestro AOVE 2025 se sitúa dentro del perfil frutado–verde–dulce. Su aroma recuerda a la aceituna verde, con presencia de aromas a frutos maduros, tales como el plátano, el tomate maduro y la manzana. En boca es ligeramente dulce con notas de picante y ligero amargor, prueba evidente de la presencia de polifenoles en nuestro AOVE. Además en el post gusto recuerda a las almendras tiernas y a la hierba fresca.

Estas características lo hacen especialmente indicado para postres, salsas, ensaladas, carnes blancas,  pescados asados o al vapor, así como para todo tipo de verduras  en sus distintas preparaciones culinarias. 

Conclusión

El análisis confirma que nuestro AOVE cumple (y supera) los requisitos más exigentes de calidad. Ha sido un año difícil, pero el fruto que hoy compartimos contigo es extraordinario: puro, fresco, equilibrado y con una intensidad aromática que refleja el cuidado con el que ha sido elaborado.