Durante las visitas a nuestra finca, una de las preguntas más frecuentes es de dónde proviene el agua que utilizamos para cultivar nuestros árboles y hortalizas. Con unas precipitaciones escasas y veranos largos, calurosos y secos, la agricultura en la llanura costera valenciana es posible, en gran medida, gracias al avanzado sistema de regadío de la región. Este sistema es fruto de siglos de experiencia acumulada. La red actual de canales, acueductos y sistemas hidráulicos tiene sus raíces, en parte, en la época de dominación árabe, cuando se introdujeron técnicas sofisticadas de gestión del agua.
El origen de nuestro agua
Una parte significativa del agua empleada en las labores agrícolas de la llanura costera valenciana procede de embalses ubicados en las sierras circundantes. Estos embalses captan y almacenan el agua de las precipitaciones que caen en las zonas más elevadas, donde las lluvias son más abundantes que en las tierras bajas. Almacenar esta agua durante los meses más lluviosos permite disponer de ella durante los periodos de sequía, especialmente en verano.
Los ríos, especialmente el Turia y el Júcar, también desempeñan un papel esencial en el suministro de agua. Nacen en las montañas del norte y oeste de Valencia y transportan agua desde áreas con precipitaciones más regulares. A través de una red de presas y canales, estos ríos abastecen las zonas agrícolas de la llanura valenciana.
En nuestra finca de Bétera, el agua de riego proviene del embalse de Benagéber, alimentado por el río Turia. Desde allí, el agua llega hasta nosotros mediante un sistema de canales.
Derechos de agua y distribución
El reparto del agua de riego entre los agricultores se regula mediante un sistema de derechos de uso de riego. Estos derechos se fundamentan tanto en acuerdos históricos como en normativas legales.
Para obtener derechos de riego, los agricultores deben cumplir dos condiciones clave: ser propietarios de la tierra y contar con un precedente histórico de uso agrícola del agua. Es fundamental destacar que estos derechos están sujetos a la legislación regional sobre el agua y a la disponibilidad hídrica anual. En años con escasas precipitaciones, el volumen de agua asignado puede reducirse, priorizando los cultivos y zonas agrícolas de mayor relevancia.
La gestión de la distribución del agua recae en las Comunidades de Regantes, asociaciones que actúan como intermediarias entre los agricultores y los organismos hidrográficos regionales. El agua se distribuye frecuentemente mediante turnos, asignando franjas horarias específicas a cada agricultor. Además, cada vez es más común el uso de tecnologías avanzadas, como sistemas inteligentes de medición, que permiten controlar el consumo, detectar fugas y optimizar el uso del riego.
El método de riego
Aunque en algunas zonas de Valencia todavía se utilizan técnicas tradicionales como el riego a manta (también llamado por surcos), el método más extendido en la actualidad es el riego por goteo. Esta técnica permite un uso más eficiente del agua al minimizar la evaporación.
Nuestras prácticas agrícolas regenerativas también contribuyen significativamente a reducir la necesidad de riego. Al mantener el suelo cubierto con vegetación, mejoramos su salud, incrementamos la retención de humedad y favorecemos su capacidad para conservar el agua.