Las aventuras de dos pasantes en Naranjas del Carmen

Somos Jente y Mette, dos entusiastas estudiantes de tecnología de alimentos de Países Bajos, y el año pasado vivimos una emocionante aventura en Naranjas del Carmen. Nuestros corazones laten por la educación, la alimentación y la tecnología, lo que nos llevó a esta granja ecológica en Bétera, España. Nuestro proyecto, y por tanto nuestro objetivo, era crear un nuevo producto. Este es un proceso bastante emocionante y nos alegra poder compartirlo con vosotros, empezando por nuestra primera idea hasta el producto final.

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Paso 1: Estudio de mercado

Nos zambullimos de lleno en el mercado e hicimos un poco de investigación y lluvia de ideas. Examinamos ideas, consideramos lo que la gente quiere y lo alineamos todo con la filosofía de Naranjas del Carmen. En Naranjas del Carmen, nos encontramos ante el desafío de que algunas frutas no son aptas para el transporte por problemas de riego o exceso de madurez, especialmente las granadas que se han abierto. En lugar de permitir que estas frutas se desperdicien en la granja, hemos ideado formas creativas de reutilizarlas, minimizando el desperdicio alimentario.

Nuestro compromiso con la sostenibilidad nos impulsa a explorar soluciones innovadoras para recuperar alimentos que de otro modo se descartarían, en sintonía con nuestra filosofía de reducir el desperdicio alimentario de la granja a la mesa. A través de estos esfuerzos, queremos inspirar a otros a replantearse el desperdicio y abrazar el ingenio a la hora de abordar los retos de la sostenibilidad alimentaria.

Paso 2: Idear y probar recetas

Una vez sentadas las bases, llegó el momento de ser creativas. Creamos recetas que definían estos increíbles productos. Seguimos el lema: menos es más. Al igual que con los demás subproductos, también queríamos crear un producto que contuviera pocos ingredientes y únicamente naturales. Cada paso se escribió para que la receta pudiera ser reproducida por cualquiera en cualquier momento.

Como disponíamos de muchas granadas que no se podían enviar, nuestro objetivo era sencillo: crear una receta de granada deliciosa y duradera que conservara todo su sabor y, al mismo tiempo, garantizara su durabilidad. En vez de desperdiciar la fruta, nos embarcamos en un experimento para transformarla en algo delicioso y duradero.

Paso 3: La fase de prueba

Ahora, ¡la parte emocionante! Nos encontramos en la fase de pruebas, en la que probamos distintas versiones de estos productos. A veces resultaban increíbles, otras veces… bueno, digamos que había margen de mejora. Cada detalle era importante y lo documentábamos todo.

Paso 4: Puesta en marcha de la producción 

De nuestra acogedora cocina de pruebas en la Finca a una fábrica cercana. Aquí terminó el viaje de nuestras prácticas, y dejamos nuestro cuaderno lleno de ideas y el feedback de la primera ronda de pruebas a Gemma, que se encarga de la creación de subproductos. Pero queremos contarte cómo sigue el proceso. Aquí es donde las recetas perfeccionadas se encuentran con la realidad de las grandes máquinas.

Paso 5: Los toques finales

Imagina el subproducto envasado en nuestro cartón ecológico con una etiqueta sin plástico que te dice todo lo que necesitas saber. La etiqueta incluye ingredientes, datos nutricionales, caducidad y, básicamente, todo cuanto debes saber.

En definitiva, nosotras y el equipo de Naranjas del Carmen vemos en cada fruta una oportunidad para evitar el desperdicio alimentario. Es por esto que no dejamos de ser creativas y nos entusiasma cada nuevo subproducto.

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